Sistemas, cada vez más sofisticados, ya son de uso en sectores como agricultura, salud y educación.

La Inteligencia Artificial (IA) se tomó la industria, ciencia e investigación, pero también está impactando la cotidianidad de las personas. Al momento de utilizar un teléfono inteligente, por ejemplo, muchos de nosotros interactuamos sin saberlo con un sistema de IA “genérica” que permite usar más ágilmente el dispositivo.

Reconocimiento facial, lectores de huella, asistentes de voz como Siri o Alexa, y los ya conocidos vehículos autónomos, son otros ejemplos en los que la IA se acerca a nuestro día a día.

Y no solo en las ciudades. Hace unos meses se puso en marcha un sistema basado en IA que informa a los agricultores sobre el estado del suelo antes del proceso de la siembra para facilitar las decisiones en los procesos de fertilización de los cultivos.

Dicho proyecto es el primer paso de este tipo de tecnologías en áreas como la agricultura, uno entre varios sectores que ya se benefician de la IA. Durante el IBM THink, que tuvo lugar el mes pasado en México, conocimos acerca de algunos de ellos.

Revolución en salud

El sector de la salud es uno de los que más ha avanzado gracias a la IA, pues sus capacidades diagnósticas superan con mucho las de los humanos.

Esto es particularmente útil en el análisis de enfermedades como el cáncer. “Si tenemos datos específicos de cada paciente en cuanto a su presión, temperatura, cuánto camina, cuánto come, y lo combinamos con datos genéticos, datos de dónde vive y antecedentes familiares, un programa como Watson Health permite que los médicos entreguen mejores diagnósticos y tratamientos”, afirma Jorge Vergara, gerente de tecnología e Innovación de IBM Colombia.

Otras compañías han avanzado también en este campo. Google confía en perfeccionar un algoritmo basado en IA que haga diagnósticos e incluso prediga el surgimiento de cáncer de seno y de pulmón con total precisión. Esta última enfermedad causa más de 1,7 millones de muertes en el mundo cada año.

Vergara cree que la IA puede revolucionar incluso el cuidado de casos menos graves. “Nadie tiene las mismas condiciones físicas que los demás. ¿Qué tal si te dan una medicina para tu dolor de cabeza que no fue hecha para todo el mundo? La IA está permitiendo medicamentos personalizados”.

Otro campo propicio para la IA es la educación. IBM desarrolló una división llamada Watson Element for Educators como parte de un programa cerrado en un distrito escolar del Estado de Texas, en los Estados Unidos.

Allí, las escuelas se encuentran íntegramente equipadas con teléfonos inteligentes y tabletas provistas por Apple. En su etapa piloto, la app ha sido utilizada por unos 750 docentes, para llevar registros y generar insights con respecto a 12.300 estudiantes de los niveles primario y secundario. Además de concentrar toda la información por alumno, sus notas, asistencia a clase y otros datos personales, el sistema permite que los docentes tomen notas con respecto a sus impresiones sobre cada estudiante, cuándo demuestran interés por una determinada temática o un mayor o menor entusiasmo por un tema en particular.

También la industria de la moda ha abierto espacios para la IA. Nuevas combinaciones, tendencias y diseños son el resultado de procesos creativos en los que los diseñadores se asisten con recursos tecnológicos. Algo similar ha ocurrido en gastronomía, con nuevas recetas que se crean a partir de métricas y estudios con olores y sabores de cada alimento.

Incluso en la música, es recordado el experimento musical que llevó a Andrés Cepeda a colaborar con un sistema para componer una canción. La evolución de ese concepto lleva a analistas a pronosticar un futuro de playlists personalizadas en las que incluso las canciones son generadas por IA para satisfacer los gustos de cada usuario.

Finalmente, el cine se ha nutrido de la inteligencia artificial en todas sus etapas. No solo se usan algoritmos para analizar un guión en sus etapas más tempranas y pronosticar sus posibilidades de éxito, sino que hay unos que aseguran poder predecir cuándo un actor o una actriz ha alcanzado su pico y sus cintas comenzarán a ser menos exitosas. Hollywood está usando IA para decidir qué películas hacer y a quién darle el protagónico. Fox se alió con Google y usó IA para detectar la respuesta de audiencias a un trailer y definir qué público podría recibir con más entusiasmo un determinado estreno.

De la misma manera, cómo un proyecto cinematográfico puede costar millones y millones de dólares, los estudios han acudido a la IA para reducir costos. Los actores ya no deben estar presentes en las grabaciones sino solo autorizar el uso de las imágenes. De esa manera, los productores utilizan grabaciones anteriores para digitalizarlas y lograr así que los protagonistas aparezcan en esa nueva cinta haciendo todo lo que se necesite.

“De hecho, si te das cuenta en una película reciente de Rápidos y Furiosos, Paul Walker ya había muerto y la saga continuó con ese actor apareciendo en el resto de escenas. Se utiliza la IA para duplicar escenarios, se utiliza para reemplazar a los dobles que arriesgaban sus vidas. Ahora ya no son tan necesarios”, asegura Vergara.

Referente:https://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/usos-cotidianos-de-la-inteligencia-artificial-tema-del-ibm-think-375992

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