Mientras San Francisco decidió limitar esta tecnología, los usos en Colombia avanzan.

San Francisco se convirtió en la primera ciudad de Estados Unidos que prohibirá el uso de tecnología de reconocimiento facial por la policía y otras agencias públicas. La ley (que será votada formalmente la próxima semana) dice que “la propensión de la tecnología de reconocimiento facial a poner en peligro los derechos y las libertades civiles supera sustancialmente sus beneficios”.

La decisión revive las preocupaciones sobre qué tan intrusivos son estos sistemas y cuán dispuesta está la ciudadanía a ceder su privacidad. El principal temor es que las bases de datos terminen discriminando a personas por sesgos de género, raza o cualquier otro tipo.

Las autoridades argumentan que con el uso de las capacidades de reconocimiento facial se pueden evitar atentados en escenarios masivos como el SuperBowl o la Maratón de Boston. Empresas como Amazon y Microsoft han asumido posiciones encontradas. Mientras que el primero mantiene pruebas con autoridades en Washington y Orlando, el segundo rechazó en abril una oferta de una agencia gubernamental en California para utilizar sus sistemas. Otros países, como Japón, ven en esta tecnología la clave para garantizar la seguridad de eventos como los Olímpicos.

Avanza en Colombia

Colombia no es ajena al debate. Esta tecnología ha ganado terreno en silencio, aunque no sin episodios polémicos. En 2015, la idea de incorporar al menos 200 cámaras capaces de identificar rostros en unas 100 estaciones y 100 articulados en TransMilenio se estrelló con la necesidad de cotejar la información con una base de datos previa que no existía. Desde 2016, el estadio Atanasio Girardot de Medellín utiliza más de 170 cámaras inteligentes que buscan reducir episodios violentos.

Se trata de iniciativas que causan alarma entre organizaciones civiles. El informe ‘Cámaras indiscretas’ de la Fundación Karisma dice que es “preocupante” el poco debate de estos planes que afectan la privacidad y otros derechos fundamentales de la gente.

Cuando se utilizan sistemas de videovigilancia no se pueden pasar por alto las afectaciones que podrían tener para los derechos de las personas…

Uno de los momentos claves para el desarrollo de esta tecnología fue el ataque del 11 de septiembre de 2001, en el cual el mundo sintió que los sistemas de seguridad necesitaban ser más eficaces. Así lo cuenta Danilo Ochoa, director de ventas de la firma Thales.

Esta organización, que adquirió recientemente la multinacional Gemalto, es la encargada del sistema de reconocimiento de iris del aeropuerto Internacional El Dorado, que permite a viajeros colombianos agilizar el proceso de ingreso al país. De hecho, se espera que el sistema llegue a otros aeropuertos en el país los próximos años.

Según Ochoa, algunas soluciones buscan abrirse paso en otros mercados, y el reconocimiento facial tiene una amplia demanda en la región. En los últimos meses, bancos y entidades del Gobierno Nacional, cuyas identidades permanecen bajo reserva comercial, vienen adelantando pruebas piloto de sistemas de reconocimiento facial.

Listas negras y blancas

Funciones como validar su identidad en un dispositivo móvil para realizar una transacción bancaria son algunas de las opciones en prueba. Pero más allá de los móviles, algunas sucursales están conectando los circuitos cerrados de cámaras para identificar caras en tiempo real y cotejarlas con sus ‘listas negras’.

Esto significa, por ejemplo, que si hay un personaje que el banco reconozca como ‘indeseado’, como sería un miembro de una banda de asaltantes, el sistema sería capaz de evitar que se camufle entre las personas presentes. Con una alerta o reporte al centro de operaciones, cada institución puede decidir, por ejemplo, si refuerza la seguridad al detectar una presencia sospechosa.

La cuestión es sensible, pues, por ley, nadie puede ser juzgado antes del delito, y la institución no puede retirar al ‘sospechoso’ de un lugar o llamar a la Policía sin justa causa.

Pero también puede abrirse la puerta a otro tipo de uso con las ‘listas blancas’. Según Ochoa, “en el buen sentido, la institución puede identificar un cliente ‘VIP’ y darle atención preferencial en cuanto detecte su presencia”.

Referente:https://www.eltiempo.com/tecnosfera/dispositivos/usos-de-reconocimiento-facial-en-colombia-y-dilemas-sobre-su-implementacion-362220

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