El creador del sonido holofónico logró un algoritmo que vuelve pistas estéreo en audios envolventes.
Hallar en el catálogo de YouTube canciones como ‘Believer’, de Imagine Dragons; ‘Halo’, de Beyoncé, o ‘Bohemian Rhapsody’, de Queen, no debería sorprender. Pero lo llamativo es que muchas de ellas muestran etiquetas que dan cuenta de que han sido editadas bajo la tecnología de sonido 8D, una experiencia que muchos clasifican como “surrealista” o “exquisita”.
¿Qué tiene esta tecnología que recibe adjetivos tan halagüeños y acumula con facilidad 80.000 reproducciones en un día? Hay clips con 32 millones de reproducciones.
La respuesta probablemente está en testimonios como este, de un foro de comentarios de YouTube: “Estaba utilizando audífonos, pero no los sentía en mis orejas”. Otro dice: “Me quité los audífonos un par de veces para asegurarme de que nadie más pudiera escuchar la música”, y uno más asegura: “Antes de oír esto, juro que estaba sordo”.
Lo que plantea el 8D es precisamente eso: la posibilidad de percibir la profundidad de un espacio en sus oídos, sin importar qué audífonos utilice. Esto es posible en virtud de un tipo de codificación que transforma pistas estéreo convencionales en sonidos envolventes.
Los orígenes
No obstante su nombre, el 8D no se refiere propiamente a 8 dimensiones. Se trata, en cambio, de la aplicación del concepto de ‘holofonía’, surgido en los 80 con las investigaciones sobre física acústica del argentino Hugo Zuccarelli. Él investigó la noción de audio binaural, que experimenta con las cualidades del sonido.
Hace más de 30 años, Zuccarelli construyó el prototipo de un domo con la forma de un cráneo humano.
Utilizando recursos avanzados y de tecnología forense para simular los músculos de una cabeza humana, ubicó en el lugar de los oídos dos micrófonos especiales, que usó para grabar audios ‘tridimensionales’.
Con ellos desarrolló ‘Zetera’, un algoritmo que permite disfrutar una experiencia holofónica en un sistema estéreo convencional.
Se trata de un programa que manipula las ondas de sonido y crea una frecuencia a la que aplica un retardo para generar la ilusión de que el sonido proviene de múltiples direcciones. Así, el retraso con el que su sistema estéreo natural (sus dos orejas) percibe los sonidos hace que el cerebro interprete diferentes niveles de proximidad.
Con audífonos, usted, más que escuchar, siente que tiene música en la cabeza.
Para algunos expertos, la llegada del 8D a internet solo es una forma más de proponer una sensación auditiva que no se conoce comercialmente, pero que es posible desde hace más de 30 años.
“Gracias a Hugo Zuccarelli, que es toda una eminencia en el campo, usando los mismos recursos, con los audífonos que carga en el bolsillo, alguien puede sentir una experiencia envolvente”. Así lo resume Gabriel Acosta, director de la Casa Independiente de Artes (CIA).
Acosta cuenta que hace cerca de una década conoció en persona a Zuccarelli, como docente. Narra que el inventor tiene en su casa un par de altavoces de su propia creación que emulan el sonido holofónico sin necesidad de ubicar un sistema de varios parlantes pequeños en un espacio.
El ingeniero de sonido asegura que desde hace décadas, las tecnologías de audio se han enfocado en productos que transmitan sensaciones tridimensionales.
“Lo primero fue pasar de monofónico a estéreo. De allí surgieron los sistemas de parlantes que analizan la ubicación de sus unidades”. Acosta se refiere a las disposiciones de altavoces que se conocen en el mercado. Un sistema de sonido 5.1 habla de 5 parlantes y un ‘subwoofer’ (bajo), y un 7.2, vendría a representar 7 parlantes y dos bajos.
Gracias a Hugo Zuccarelli, que es toda una eminencia en el campo, usando los mismos recursos, con los audífonos que carga en el bolsillo, alguien puede sentir una experiencia envolvente.
Pero si es tan popular el 8D en YouTube, ¿cómo es que no es usada en los hogares, computadores y sistemas de sonido en general?
Según Acosta, es porque “nos hemos llenado de parlantes”. Cree que la tecnología de Zuccarelli no ha logrado comercializarse por un asunto de intereses económicos encontrados.
“Multinacionales creen que es más sencillo vender muchos parlantes para un solo cuarto que pagar unas patentes al creador del sistema holofónico”, explica el director de la corporación artística.
En 1982, Zuccarelli trabajó con la icónica banda Pink Floyd en el álbum ‘The Final Cut’. También ha grabado otros discos con su tecnología, como el lanzamiento solista ‘The Pros and Cons of Hitch Hiking’, de Roger Waters, y con artistas como Lionel Richie, Stevie Wonder e, incluso, Michael Jackson.
Según recuerda Acosta, en Europa, la artista Björk tuvo que recoger toda una producción discográfica que había lanzado porque no había pagado previamente los derechos al argentino.
La tensión entre los sistemas de sonido tradicionales y una innovación que volvió a tomar fuerza con la llegada del 8D a las redes sigue sin resolverse. Mientras tanto, en la red podrá encontrar desde pistas remasterizadas de artistas pop hasta pruebas de la experiencia holofónica que llevan años en línea como ‘The Barbershop’.
Pruébela: después de acomodarse los audífonos, con los ojos cerrados, sentirá que le están cortando el pelo.
Referente:https://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/que-es-el-sonido-8d-o-sistema-de-sonido-holofonico-338476